Si y no.
Esto es lo que pienso.
La universidad a la que asistí para mi licenciatura era draconiana y de naturaleza bastante abusiva. Nunca se trató a los estudiantes como a adultos jóvenes, pero como a los retrasos que eran incapaces de tomar decisiones correctas y carecían de sentido de discriminación.
Lo hicieron para hacernos más “cultos” (un término demasiado abusado en algunas sociedades conservadoras), más religiosos y más sumisos a la autoridad, lo que a su vez nos haría mejores seres humanos.
- ¿Por qué la vida me odia y por qué todo sale mal?
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- ¿Por qué odias a los americanos blancos?
Yo y la mayoría de los estudiantes encontramos las reglas absurdas, injustas y abusivas. Tratamos a cuatro años como tiempo de cárcel, pagamos lo que nos correspondía y nos fuimos con un título a cuestas.
¿Esas reglas nos hacen mejores seres humanos? ¿Todavía los seguimos en nuestra vida cotidiana?
No, no lo hacemos porque:
- Sus métodos para forzar esas reglas eran de naturaleza abusiva.
- Nos trataron como vacas seniles.
- Esas reglas rompieron nuestra autoestima y confianza y dejaron cicatrices a largo plazo
- Nunca dieron ningún razonamiento detrás de esas reglas y si lo hicieron, entonces no tenía ningún sentido práctico en absoluto.
Hay más en eso, pero lo que estoy tratando de decir es que no trate a los niños como imbéciles. Dales buenas razones al pedirles que hagan algo. No sea abusivo, no compare con otros niños y reconozca el potencial de su hijo: un pez no puede trepar a un árbol.
Y si su hijo es un adulto de 18 o 21 años, bríndeles un buen consejo y permítales que tomen sus decisiones en la vida y aprendan de sus errores.