¿Cómo se convierte uno en articulado y sofisticado?

Lee libros de y sobre personas sofisticadas. Las personas famosas que admira podrían haber escrito autobiografías que le dirán cómo se desarrollaron y los desafíos que enfrentaron para convertirse en quienes son. Los bebés rara vez son sofisticados, pero algunos de ellos llegan a ser.

Si te sumerges en vidas más sofisticadas y puedes olvidar a Miley Cyrus balanceándose en una bola de demolición, eso es la mitad de la batalla.

El uso del lenguaje era más sofisticado en el pasado que ahora. Leer frases bien escritas puede ser muy placentero una vez que aprendas. Recuerdo haber aprendido algunas frases bonitas de la novela “Una tragedia estadounidense” de Theodore Dreiser. No conozco a nadie que supere a George Eliot por sus oraciones bien elaboradas, en inglés de todos modos. (“George” era Mary Ann Evans, usando el nombre de un hombre porque pensó que su trabajo no se tomaría en serio si escribiera bajo su propio nombre femenino).

Si no puede dedicarse a leer ese tipo de libro, las películas antiguas de finales del siglo XIX a mediados del siglo XX son un buen sustituto. No son tan antiguos que el discurso sea arcaico, pero tienen la edad suficiente para que las oraciones sean más largas, menos como gruñidos de lo que son ahora. Hubo una versión cinematográfica de An American Tragedy hecha en 1931 que podría ajustarse a la ley. Hay miles para elegir. Of Human Bondage es otro, basado en la novela de W. Somerset Maugham. (El tema no es diferente en el libro de Dreiser. El hombre joven que se abre camino en el mundo se enreda y atormenta con mujeres de diferentes ámbitos de la vida. No sucede nada bueno).

Una rápida, al menos desde mi perspectiva:

  • La potencia intelectual fuerte es aparentemente endémica;
  • un impecable dominio del idioma inglés;
  • poderosas opciones de palabras;
  • pronunciación clara y enunciación agradable;
  • comparativamente buena comprensión de las expresiones del lenguaje estadounidense y británico;
  • hablar con elocuencia;
  • Siempre sonriendo (de manera cálida y genuina);
  • inmaculadamente vestido;
  • Camina con orgullo y elegancia;
  • escuche atentamente (un verdadero practicante de “Busque primero para entender, luego para ser entendido”);
  • Listo para prestar ayuda o consejo sin que se lo pidan;
  • practicar actos de bondad al azar;
  • Por último, pero no menos importante, ¡siempre ten ese savoir faire!

No puede volverse más “articulado” bajo ninguna circunstancia ya que nuestra especie tiene un número determinado de articulaciones y extremidades. En cuanto a ser más sofisticado, sugeriría leer. Mucho. Y viajar. Y solo usar palabras si sabes lo que significan. Buena suerte.