Las características típicas incluyen:
- Estado de ánimo constantemente bajo; esto puede manifestarse como un dolor absoluto, mal humor, irritabilidad, desesperación, etc. Pueden presentarse pensamientos suicidas. El paciente puede sentirse “adormecido”: puede haber un ‘vacío’ de emoción, en lugar de una emoción negativa presente.
- Odio a sí mismo, rumia, culpa excesiva y auto persecución (el paciente puede condenarse repetidamente por los errores aparentes que pueden haber sido exagerados).
- Anhedonia – falta de placer en cualquier actividad emprendida, o cosas buenas que suceden. (Sin embargo, en la depresión atípica, el estado de ánimo del paciente puede mejorar en circunstancias positivas). Falta de disfrute o deseo por las cosas que el paciente disfrutaba anteriormente.
- Falta de motivación: el paciente puede postergar hasta un grado extremo e incluso retrasar actividades esenciales como comer. A veces esto puede manifestarse como períodos prolongados sin bañarse o arreglarse. A menudo, el paciente deseará realizar tareas, pero simplemente no puede realizarlas.
- Trastornos del sueño: el paciente puede tener problemas para conciliar el sueño o quedarse dormido; pueden tener insomnio completo o despertarse temprano y tener problemas para volver a dormir. Alternativamente, el paciente puede desarrollar hipersomnia y somnolencia: puede sentirse somnoliento y dormir constantemente por mucho más tiempo de lo habitual.
- Alteración del apetito: el paciente puede desarrollar un apetito reducido o aumentado (con una posible pérdida de peso o un aumento de peso simultáneos).
- Deseo sexual reducido
Sin embargo, se manifiesta de manera diferente para todos, y existen diferentes subtipos. Personalmente, mi apetito y mi sexualidad permanecieron inalterados, y siempre he tenido hipersomnia.