Hay muchos niveles para abordar este problema. Lo abordaré simplemente aquí, pero si tiene problemas más específicos o si desea obtener ayuda más detallada, puede enviarme un mensaje.
Después de años de enseñar a las personas cómo aliviar sus vidas y reducir el estrés, me parece que la crianza, la crianza de los hijos, puede ser el trabajo más difícil que existe.
No hay vacaciones, el trabajo es 24/7, está continuamente tratando de equilibrar sus necesidades continuas y las de sus hijos, imponer límites, ser flexible con los límites, permitir, no permitir, adaptarse a sus (y a) sus cambios de crecimiento en la mentalidad y personalidad … por mencionar solo algunos. También estás fuertemente influenciado por tu propia cultura infantil, todos tus problemas pendientes contigo mismo, tratando de no cometer los mismos errores pero aún así transmitir tu sabiduría, sea lo que sea.
Y todo esto mientras tiene muchas otras llamadas sobre su tiempo, atención, paciencia y energía. Todo esto es solo para invitarte a no ser demasiado duro contigo mismo. También eres un ser humano, con fortalezas, debilidades y necesidades. Hay una diferencia entre ser incapaz, por ejemplo, ser siempre tan paciente como le gustaría, y ser un ser humano normal con una tarea muy difícil. Sugiero que el segundo puede ser más preciso.
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Cuando te das cuenta de esto, realmente es un trabajo extremadamente difícil que tienes, tu impaciencia con tus hijos y aún más importante contigo mismo comienza a desvanecerse. La vida se vuelve algo más fácil. Todavía eres a veces paciente, a veces no, pero te molesta menos. Lo reconoces como la forma en que funciona tu cuerpo.
En la crianza como en la mayoría de las otras situaciones de la vida, la impaciencia, la ira y la frustración son bastante inevitables. Se producen
Aquí hay una meditación simple para ayudar un poco:
Siéntate en un lugar tranquilo y cómodo.
Escucha los sonidos.
Note su respiración, a medida que el aire entra y sale.
Mira tu estado mental con mucho cuidado.
Los pensamientos surgen y se disuelven.
Las emociones cambian y cambian: felicidad, enojo, interés, frustración, aburrimiento, optimismo, paz, pesimismo … es infinita
Tenga en cuenta que no es usted quien controla estos cambios. Ellos pasan y eso es todo.
Disfruta de ti y de tus hijos cuando sea posible. A veces sucede, a veces no. Tal vez esa sea la naturaleza de las cosas. Asegúrate de tener momentos de tranquilidad ocasionales para ti. No es fácil con los niños pequeños, pero creo que, no obstante, es esencial.
Mantener bien,
Jonathan