Ser honesto y abierto es lo primero. Comience con una o dos oraciones. Luego agregue lentamente más. Observa cómo reacciona la gente y luego modifica. La comunicación es un arte. Nadie nace con eso. Lo han perfeccionado con el tiempo al tratar con cientos de personas. Los mejores comunicadores no son los que hablan sino los oyentes. Por ejemplo, Bill Clinton. Cuando habla con alguien, le presta el 100% de atención y le hace sentir que es lo más importante.
Cuando escuches, verás lo que otra persona está diciendo. Para hacer esto exitosamente, tienes que tomarte un tiempo para entender profundamente a sus personajes. Las preconcepciones, los prejuicios o cualquier otro factor deben ser dejados de lado o la receptividad será obstruida. Una vez que comprendas profundamente el propio carácter, podrás trabajar para ganar su confianza. Una vez que se sientan comprendidos, se sentirán especiales y te valorarán. Luego se tomarán el tiempo para entenderte. Tu popularidad aumentará al escuchar a los demás. Luego, tu nivel de confianza aumentará mientras perfeccionas tu habilidad de comunicación.