Las personas que han trabajado conmigo durante un año o más no tienen idea de que soy esquizofrénico. Estas personas no son jefes de quienes no oculto mi enfermedad, son empleados y no es por vergüenza que nunca se discuta, sino por el hecho de que me veo más que la enfermedad que tengo. Alguien, por ejemplo, completamente capaz de tener mi propio negocio y mi familia.
Por supuesto, al comienzo de esta enfermedad, estaba extremadamente mal. Fui hospitalizado muchas veces. Estaba tomando mucha medicación. Nunca fui un peligro para los demás. Repito, nunca fui un peligro para los demás, nunca fui violento (arremetí en cuatro ocasiones cuando fui acorralado o ridiculizado intensamente, pero puedo perdonar eso en mi edad y en la humanidad en lugar de en la enfermedad). Yo era un peligro mayor para mí mismo.
¿Todavía estoy enfermo? Sí. Todavía escucho voces y veo cosas que no están ahí. De vez en cuando sufro delirios, vivo una vida gobernada por la rutina, tengo que hacerlo, desarrollo mecanismos para comprender lo que es real, tengo que hacerlo. Veo a mi médico regularmente y mi esposo está increíblemente sintonizado con mi situación.
¿Soy un peligro para la sociedad? No. Soy un colaborador de la sociedad que trabaja duro. Resulta que tengo una enfermedad, como muchas personas tienen una especie de enfermedad, con la que vivo y con quien trato todos los días.
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De acuerdo, estoy funcionando mucho mejor que muchos otros, pero lo que tuve, que MUCHOS otros no lo hicieron, fue el amor y el apoyo constantes. Nunca me abandonaron, nunca me permitieron perderse en un sistema, las personas que se preocupan por mí querían que fuera lo mejor que podía ser. Me visitaron la mayoría de los días en el total de cuatro años que pasé en el hospital. Muchos enfermos menos afortunados no tienen eso.
Si me hubieran encerrado toda mi vida por una rutina y me hubieran dado por vencido, nunca hubiera tenido la oportunidad de probarme a mí mismo. Para dirigir mi propio negocio exitoso, para tener un matrimonio feliz. No necesitamos encerrarnos, necesitamos que la gente intente entendernos, necesitamos el apoyo de quienes nos aman, necesitamos que las personas dejen de asociar esta enfermedad automáticamente con la violencia y la degeneración. Necesitamos ser vistos y escuchados, no guardados, escondidos y olvidados.