No sé si esto cuenta … pero: cuando estuve en la universidad, hace mucho tiempo, había una chica que asistía a algunas de mis clases a la que sabía que debía saludar, pero eso era todo. Un conocido casual.
Un día llegué temprano a la clase y ella era la única otra persona en la sala.
No recuerdo qué fue lo que inició la conversación, pero en ese momento comenzamos a hablar de una historia en las noticias sobre un sacerdote local muy respetado que resultó ser un abusador de niños. Poco después de la conversación, ella comenzó a llorar y me dijo que cuando era muy joven, un sacerdote la molestó. Como dije, no la conocía bien, por casualidad estaba allí cuando ella se derrumbó.
Nunca se lo conté a nadie, excepto años más tarde, cuando a personas que posiblemente no podían relacionar la historia con ella. Pero unas dos semanas después de que me lo contó, la vi y se metió en una diatriba silenciosa pero llorosa sobre lo cruel e irreflexiva que era para mí hablar de ello con otras personas. Le di una respuesta completamente honesta de que nunca le había dicho una palabra a nadie; era 100% cierto: no lo había hecho.
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Ella se rió y dijo que yo era la única persona que lo sabía, así que tenía que ser yo. Tanto odio irradiaba de ella que era aterrador.
No sé cómo salió la información pero no fui yo. Pero ella me odiaba tan intensamente como lo haría si fuera yo. Nada de lo que pudiera decir la convencería de que estaba equivocada. Todavía no puedo pensar en eso sin tener escalofríos.