Los conductistas como Skinner, Watson y Pavlov cambiaron la psicología para siempre, ya que introdujeron nuevos conceptos de refuerzo y castigo y pusieron un gran énfasis en el comportamiento y lo observable. Las terapias conductuales ven todo lo que hacemos como comportamiento. Estas terapias son empíricas (basadas en datos), contextuales (enfocadas en el entorno y el contexto), funcionales (interesadas en el efecto o consecuencia que finalmente tiene un comportamiento), probabilísticas (ver el comportamiento como estadísticamente predecible), monistas (rechazando el dualismo mente-cuerpo) y tratar a la persona como una unidad), y relacional (analizar las interacciones bidireccionales).
Activacion de comportamiento
Los teóricos de la activación del comportamiento (BA) creen que las personas experimentan psicopatologías como la depresión por diversos motivos, pero argumentan que las personas deprimidas tienden a actuar de maneras que finalmente mantienen su depresión. Enseñan a los clientes cómo descubrir, a través del análisis funcional, las contingencias que llevan a la perpetuación de la conducta inadaptada como consecuencia. Creen que al cambiar el comportamiento, los estados de ánimo se ajustarán al contexto y cambiarán a su vez. Como tales, abogan por actuar de acuerdo con un plan o meta, en lugar de hacerlo de acuerdo con un estado interno.
Terapia de exposición
La evidencia experimental confirma la noción de que la exposición repetida a condiciones temerosas puede resultar en la habituación y la inevitable extinción de las viejas respuestas de miedo. Por lo tanto, la terapia de exposición utiliza la exposición imaginal, in vivo e interoceptiva en dosis que aumentan gradualmente. Por ejemplo, la terapia de exposición prolongada (EP) construye una jerarquía de miedo y les pide a los clientes que confronten progresivamente las situaciones evitadas, desensibilizándolos gradualmente a la ansiedad asociada y disminuyendo su comportamiento de evitación. Esta técnica se usa comúnmente con trastornos de ansiedad, trastornos de pánico y trastorno de estrés postraumático. La terapia de prevención de exposición y respuesta utiliza técnicas similares con la población con TOC, exponiéndolas a estímulos temidos pero previniendo el comportamiento de compulsión.
Terapia cognitiva conductual
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Terapia de aceptación y compromiso.
La terapia de aceptación y compromiso, o ACT, combina estrategias de aceptación, atención plena, compromiso y cambio de comportamiento. Su objetivo final es aumentar la flexibilidad psicológica de un individuo. Intenta esto a través del contacto con el momento presente, la defusión cognitiva, la aceptación, la observación del yo, el descubrimiento de los valores propios y el compromiso con la acción valorada.
Terapia de comportamiento dialéctico
La terapia conductual dialéctica, o DBT, es un tipo de psicoterapia diseñada inicialmente para el tratamiento del trastorno de personalidad limítrofe (DBP). Contiene módulos de atención plena, tolerancia a la angustia, regulación de la emoción y eficacia interpersonal. Los individuos generalmente recibieron terapia tanto grupal como individual: los grupos brindan instrucción y entrenamiento de habilidades, mientras que las sesiones individuales se enfocan en el progreso de un cliente, las conductas que interfieren con la terapia y los problemas de calidad de vida.
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Doug Girard, Psy.D.