En estos días es difícil imaginar una vida sin internet. Casi nada se hace sin él. Cuanto más confiamos en él, más parece imposible vivir sin él.
Internet se ha convertido en una gran distracción y lo suficientemente seductor como para perder horas frente a una pantalla en lugar de vivir, escribir o lo que sea.
El “Día sin Internet” seguramente vendrá como una bendición. La vida, después de todo, no es tan aburrida como parece sin los teléfonos celulares, la televisión e Internet.
Un día sin Internet implica un día con tu verdadero yo. A veces es bueno tomar un descanso del mundo virtual y sentir la belleza del mundo que nos rodea.
Uno sería capaz de hacer cosas más significativas con el tiempo. Habría más tiempo para leer, escribir y pensar; más tiempo para la familia y amigos; Más tiempo para apreciar la naturaleza.
Sin embargo, este “Día sin Internet” no debería ser forzado a las personas porque algunos de nosotros realmente dependemos de Internet para nuestra supervivencia. 🙂