También soy un INFP. Si bien no soy un experto acreditado, puedo compartir lo que me funciona.
Entiendo los horribles sentimientos de culpa y agitación interna que experimentamos cuando hemos ofendido a alguien. Solía pasar mucho tiempo reflexionando sobre cada error que cometí, sintiéndome terrible todo el tiempo. Tal vez fue una forma de castigarme a mí mismo por ser realmente un humano típico. Tal vez fue solo mi proceso habitual de diseccionar todo para comprender mejor qué sucedió y por qué.
Lo que he aprendido desde entonces, es que no fue beneficioso estar constantemente atascado en ese bucle de memoria (chupando la mente) con todos los sentimientos de asco asociados. Fue tan improductivo.
Esto es lo que funciona para mí :
- ¿Cómo vivir con un nombre desafortunado? ¿Afecta realmente tu vida de una manera mala?
- ¿Qué consejo le darías a una persona de 14 años (específicamente sobre cómo usar la psicología para que me lleve a donde quiero estar)?
- ¿Por qué siempre tengo pensamientos negativos?
- ¿Es más noble en la mente sufrir?
- Todos los días pienso en mi vida, y la vida en la que pienso es completamente opuesta a mi vida actual. Siempre lo he hecho desde la infancia. ¿Debo esforzarme por la vida en la que pienso o es solo para hacerme sentir mejor?
- Me disculpo lo antes posible, sin aislarme con excusas (a veces es muy difícil hacerlo).
- Hago lo que puedo para hacer las cosas bien. El acto de hacer algo positivo ayuda a ambas partes.
- Me recuerdo a mí mismo que tengo la oportunidad de aprender algo de la situación y que puedo elegir de manera diferente en el futuro.
- Siento esos terribles sentimientos y creo con ellos. Escribo, dibujo, pinto, etc. Cualquier cosa creativa que pueda hacer para expresar lo que siento.
- Me sumerjo en la naturaleza, centrándome en lo que experimentan mis sentidos.
- Me muevo y respiro.
- A veces hablo con alguien.
- Yo medito
Dependiendo de la situación, podría tener que hacer todas esas cosas para recuperar mi equilibrio. Es especialmente difícil cuando algo ha desafiado mis creencias y siento mucha disonancia cognitiva. He aprendido a sentarme con ideas que me parecen extrañas. Leo, investigo, reflexiono. Mi creencia en el tema podría no cambiar, pero entenderé mucho mejor a otra persona y a mí mismo.
En última instancia, no tengo que ser la misma persona que era ayer, o la semana pasada, o hace diez años. Puedo elegir quién quiero ser. Puedo aprender de mis muchos errores … aunque a veces me lleve un tiempo.
¡Los mejores deseos!