Tendríamos que definir “sinceramente”. (Ahora puedes poner los ojos en blanco).
Toda disculpa, al menos para un político, sigue a una caída pública por gracia e incapacidad para negar cualquier delito ante una evidencia creciente.
Cada disculpa es elaborada cuidadosamente por el personal o una firma de relaciones públicas (personas que tienen un interés financiero creado para mantener al político a flote y seguir recaudando fondos).
Cada disculpa es cuidadosamente orquestada (lenguaje corporal, posición de las manos, pies, arcos de cabeza, gestos) para hacerla más creíble.
Por lo tanto, es casi imposible distinguir los casos sinceros de arrepentimiento del otro tipo.
Sin embargo, si me presionaran para diferenciar, aceptaría la efectividad de la modificación de la conducta; es decir, si el mismo político ha sido sorprendido haciendo las mismas cosas de nuevo (nuevamente, esto significa que o la persona se volvió verdaderamente justa o la persona que se hizo más inteligente para no ser atrapada). Puedes volver a poner los ojos en blanco.
Hasta ese punto, la única persona de un área local que no ha sido capturada (a las 10:31 am EST del lunes 16 de septiembre de 2013) es el Sr. Eliot Spitzer. Otro ejemplo sería el señor Anthony Weiner (político), que no parece poder tomar un descanso.
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