¿Hasta qué punto la proyección juega un papel en nuestra construcción de la realidad?

La teoría de la simulación sugiere que para comprender y anticipar el comportamiento de otra persona, una persona crea efectivamente una simulación interna o un modelo de esa persona en una situación dada y luego lleva a cabo “series secas” de procesos mentales aplicables a la persona y situación en particular. Algunos consideran que el descubrimiento de sistemas de neuronas espejo en primates otorga credibilidad fisiológica a esta teoría: las neuronas espejo se activan de manera muy similar si el sujeto está observando una acción o si la está llevando a cabo por sí misma, y ​​se cree que así juegan. Un papel crucial en el aprendizaje humano y quizás también en las relaciones y la empatía.

Cuando se habla de relaciones interpersonales, es interesante considerar cuál sería el aporte de tal simulación. Uno podría tener que considerar fuentes tales como:

  • Proyección absoluta, como en ‘Lo que haría’.
  • Predicción históricamente informada, ‘Lo que esta persona ha hecho antes’
  • predicción de intuición más amplia, un agregado nebuloso de experiencias personales en un rango de personas y situaciones

La proyección es ciertamente un componente importante, pero probablemente esté lejos de la totalidad de cómo nos relacionamos con los demás. Creo que lo que está sucediendo, incluso en el contexto de una conversación simple, es una mezcla fluida de muchas entradas.

Un área en la que la proyección es prominente es tratar de evaluar las creencias de los demás, las creencias particulares de los demás acerca de nosotros, sobre la base de evidencia escasa. En otras palabras, “Ella debe pensar que no valgo nada” a menudo es un código para “Creo que no valgo nada”. Es fascinante la facilidad con la que a veces estamos dispuestos a hacer evaluaciones negativas de esta manera, mientras que las evaluaciones positivas parecen que la mayoría de nosotros necesitamos un refuerzo empírico.