La explicación práctica podría ser esta:
1. Cuando un hombre “sigue su corazón”, básicamente está trabajando en un sueño, una pasión, que es algo que significa mucho para él, y lo tiene enganchado a él.
2. Esto significa que ya está motivado por sí mismo para alcanzar su meta, y que trabajará para lograrlo en la medida de sus capacidades, con total devoción, concentración e ingenio.
3. Estará en el estado de ánimo correcto, porque en tales casos, el PROCESO tiene la misma importancia que el OBJETIVO en sí, y uno vivirá en el momento mientras persigue sus sueños. Por qué no? ¡Él está disfrutando cada segundo!
4. Su intuición, catalizada por todos los rasgos mencionados anteriormente, será muy acertada, porque ha dedicado todos sus recursos a ese UNO sueño: el consciente y el subconsciente piensan en las mismas cosas.
Tendulkar ama el cricket.
C.Ronaldo ama el fútbol.
Feynman amaba la física.
MJ amaba la música.
Mandela amaba a su país.
Tolkien amaba las historias.
Los ambanis aman el dinero.
Todos ellos tuvieron un sueño, y siguieron su corazón e intuición mientras tomaban decisiones. Estas decisiones a veces fueron difíciles, porque requerían que tomes riesgos, para salir a la vasta incógnita.
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Y tuvieron éxito, todos ellos, porque el proceso en sí es la felicidad, el proceso en sí es la victoria.