¿Cuál es el efecto del poder de las grandes corporaciones en los individuos?

Esa es prácticamente una situación de ganar-ganar-ganar-ganar, a menos que cuentes la vida silvestre que se habría comido en el bosque.

Pero … también prepara el escenario para los problemas. Es muy probable que esta gran empresa se sienta insatisfecha con el status quo (siempre lo hacen) y tenga ganas de crecer. Cuando esto suceda, es probable que comience a intentar eliminar a otros jugadores comprando las granjas, automatizando la producción, cambiando a naranjas híbridas estériles con menos sabor o cargas de nutrientes pero con excelentes características de envío, despidiendo a los trabajadores agrícolas obsoletos por la automatización … y luego comprando su camino en las sucursales de envío y venta al por menor hasta que sean todo lo que se interpone entre la semilla y el alimento. Luego trabajarán en recortar los gastos para ser competitivos con sus una o dos supergigantes competidoras, automatizando todo lo posible dentro de la empresa y reduciendo su fuerza laboral a un equipo con pocas habilidades y bajos salarios.

Mientras tanto, al final del consumidor, comenzaron con bolsas de 10 libras de naranjas, luego siguieron con “bolsas de bonificación” de 8.7 libras, seguidas de “tamaño familiar” de 6.2 libras, todas al mismo precio. Las naranjas en esas bolsas, en un tiempo bendecidas con pieles finas como el papel que se pelan fácilmente, han crecido pieles tan gruesas como su muñeca (para envíos no maltratados) y tan difícil que tiene que abrirse camino con una motosierra. Lo que se encuentra en el interior (ahora alrededor del 10% de la fruta real que el original) tiene un sabor muy bajo pero alto en azúcar …

… y el empaque se ha convertido en envases rígidos de plástico, que le cuestan al consumidor el 37% del precio de la estantería para comprar y descartar de inmediato, porque la gran compañía también tiene una sucursal de “Empaque” que obtiene un beneficio fabuloso al vender mercancía que está garantizada Inmediatamente desechado por el consumidor. Estos blísteres requieren una sierra láser (otra de las prácticas guías de la gran empresa) para abrirlos, un proceso que garantiza que los paquetes nunca podrán cerrarse nuevamente de manera adecuada y además garantiza que los paquetes se descartarán en lugar de adaptarlos a otros fines.