Puedes vivir una vida muy buena sin meditar (como hemos llegado a conocer el término). Sin embargo, es dudoso que puedas vivir una vida muy buena sin ser meditativo .
Verás, hay una diferencia entre “meditación” y ser “meditativo”. Haces meditación mientras estás meditativo. Los ejercicios con los que estás familiarizado en la “meditación” tienen el único propósito de ayudarte a alcanzar un estado “meditativo”. El mero hecho de meditar no significa necesariamente que alcances un estado meditativo, naturalmente, también puedes alcanzar un estado meditativo sin hacer meditación.
En realidad, hacer algo muchas veces dificulta más de lo que ayuda. Esto se debe a que hay un pulso o ritmo natural en la vida, que puede compararse con sentarse junto a un arroyo pequeño y claro en un bosque y dejar que todo simplemente sea o fluya. Alcanzar este estado meditativo implica un proceso de dejar ir , y cualquier cosa que nos ayude a dejar ir es lo que llamamos meditación . Y pase lo que pase después de dejarnos ir, es cuando estamos meditando .
Para algunos, tan pronto como entran en la naturaleza, leen literatura inspiradora, escriben, escriben un diario, hacen el amor o corren, se vuelven meditativos . Todos tenemos nuestras propias formas de llegar a un lugar donde simplemente dejamos que la vida sea .
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Cerrar tus ojos y observar tu respiración, por lo tanto, es solo un camino para dejar ir, para dejar que la vida sea . Pero lejos de la única.