Tengo una lista de deseos sobre las formas en que espero que el sistema de los Estados Unidos mejore, aunque soy demasiado pesimista para creer que ese es el futuro de la atención de la crisis.
- Espero que mejoremos en abordar las causas no psicológicas de las crisis que se presentan como emergencias de salud mental. Alguien que está agitado porque está a punto de ser desalojado de su hogar necesita un trabajador social y asistencia económica, no tranquilizantes y restricciones físicas en una sala de psiquiatría cerrada.
- Espero que terminemos con un sistema nacional mejor integrado . Ahora depende de los estados y las comunidades locales, lo que conduce a un mosaico de líneas directas de crisis, equipos móviles de respuesta a crisis, clínicas de tarifas de escala móvil, programas de vivienda de transición, etc. Todos quieren ser útiles, pero hay muchas brechas, esfuerzos duplicados y los “profesionales” con baja calificación. Lo más importante es que es muy difícil orientarse a los recursos disponibles, especialmente en una situación de crisis.
- Espero que los primeros respondedores (a menudo la policía) estén mejor capacitados para enfrentar emergencias de salud mental. Necesitan un conjunto de herramientas más grande que emitir comandos y usar sus armas.