Hay un radiolab entero en una pregunta muy similar: asociaciones emocionales con sonidos particulares. Busca el episodio “Lenguaje musical”.
Sin embargo, el ejemplo que dieron no fue sobre reacciones tristes, sino sobre rabia cuando las personas escucharon el Rito de la primavera de Stravinsky en su debut inicial en 1913. La explicación tenía algunas capas, aunque estas deberían considerarse más como hipótesis y menos como concluyentes. las leyes
Primero, tenemos reacciones innatas desarrolladas evolutivamente a sonidos particulares, y estas reacciones cumplen funciones de supervivencia. Los ruidos fuertes nos hacen saltar. Ruidos suaves, como el agua, nos relajan. Probablemente hubo situaciones en las que las personas que no reaccionaron a los ruidos fuertes se comieron, y las personas que se asustaron con los sonidos de las cascadas no mostraron ninguna tendencia a sobrevivir cuando otros no lo hicieron.
Segundo: el cerebro está, de alguna manera, “programado” para percibir armonía, ritmo, desencuentro, etc. El libro de Oliver Sacks, Musicophilia, habla sobre las bases neurológicas de esta proposición.
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También señala un punto significativo, que es que escuchar música directamente activa una actividad significativa del sistema límbico (el sistema límbico es la parte más antigua evolutivamente del cerebro, en su mayoría cargada de procesamiento emocional, instintos de supervivencia, etc.). Esto no nos dice cuáles emociones evocarán los sonidos particulares, pero sí nos dice que hay evidencia neurocientífica demostrable de que la música sí evoca emociones poderosas.
3º: a la mente no le gustan las cosas que son difíciles de entender. El Rito de la primavera de Stravinsky utilizó una combinación de sonidos que eran muy raros en ese momento, y provocó la ira de la audiencia, con personas que se atacaban físicamente entre sí. Sin embargo, solo un año después, la gente daría las ovaciones de alto rendimiento.
Aparentemente, la exposición inicial fue difícil de interpretar y, si bien la música no contiene información racional, causó una confusión cognitiva que el cerebro procesó como inductora de ansiedad. Sin embargo, a través de la exposición repetida, las audiencias llegaron a esperar los sonidos discordantes y fueron más capaces de colocarlos en cajas conceptuales, incluso si todavía provocaban ansiedad en la audiencia.
Esto sugiere que la experiencia, o la cultura, influye y modula fuertemente nuestras respuestas biológicas dadas a la música y los sonidos. Esto también encaja bien con las otras respuestas que señalan que no todos los sonidos que usted describe provocan tristeza. La plasticidad neuronal, o el hecho de que el cerebro experimenta constantemente cambios microscópicos que reflejan la experiencia vivida, significa que no hay un binario real entre la cultura y la biología en términos de cómo desarrollamos respuestas cognitivas a estímulos particulares; la cultura en realidad cambia físicamente el cerebro. Ver: Biología de la libertad: plasticidad neural, libertad y el inconsciente.
Por lo tanto, no tengo mucho que agregar en términos de la experiencia específica de tristeza en respuesta a sonidos particulares, pero debes leer la Musicofilia de Sacks y revisar el episodio de radiolab para obtener una mejor comprensión de la relación general entre la música y las emociones. .