Ayudar a alguien en necesidad. Te hará sentir valorado y necesario y te dará una sensación de gratificación que nada más puede darte.
Dales tu tiempo y tu completa atención indivisa porque eso es invaluable.
Encuentre a alguien que ama y realmente escuche, escuche sus problemas, sus preocupaciones, lo que los mantiene despiertos durante la noche. Escúchalos sin la idea de tratar de ayudarlos. A veces, cuando hablas de tus problemas, se activan partes de tu cerebro que te ayudan a ver el problema con una luz completamente nueva y, de repente, puedes resolverlos mágicamente por tu cuenta.
Dibuja un plan, un plan para tu vida. Calcule lo que quiere lograr en la próxima hora, el día siguiente, la semana que viene, el mes, el año, la década. No tardará 24 horas, pero le dará un valor inmenso y claridad hacia su objetivo.
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Siéntate y piensa en todas las cosas por las que estás agradecido, haz de esto un hábito diario, tu vida estará llena de más razones todos los días. Piensa en todas las razones por las que amas a tu pareja, todas las cosas que las convierten en la mejor versión de ellas.
Haz de tu felicidad una prioridad, todos los días.