La mejor manera de abordar la ansiedad y la depresión varía mucho de una persona a otra.
Algunos elementos clave a considerar pueden incluir:
- Dieta: Puede haber alimentos agravantes que también son sensibles. Azúcar, caffiene y MSG son conocidos por tener efectos profundos en el estado de ánimo. Suficientes proteínas y grasas saludables a lo largo del día son importantes para estabilizar el azúcar en la sangre y, por lo tanto, previenen esos momentos “difíciles” cuando baja el azúcar en la sangre.
- Actividad física: sabemos que el cerebro utiliza mucha energía cuando hacemos ejercicio, pero no sabemos exactamente por qué. Se asume que es para producir más químicos cerebrales que nos hacen sentir felices, eufóricos, etc.
- Apoyo social: puede ser una buena idea averiguar quién en su vida lo apoya cuando se trata de su salud mental. Sentirse apoyado y comprendido puede hacer una gran diferencia, y las personas que lo saben pueden actuar como un sistema de alarma si las cosas se ponen realmente mal.
- Horario: no tener estructura puede ser muy abrumador para las personas. Si no tiene esto en su vida, intente escribir su horario para el día siguiente antes de irse a la cama y sígalo al día siguiente. Mira cómo se siente eso.
- Hágase un examen de sangre: algunas cosas, como el bajo contenido de hierro, la baja B12 y una tiroides disfuncional, pueden surgir en los análisis de sangre básicos y pueden provocar un bajo estado de ánimo o ansiedad.
- Consulte a un médico naturópata, acupunturista, herborista, homeópata u osteópata que tenga experiencia en salud mental para obtener algunos consejos adicionales que se adaptan a sus necesidades.