En mi caso recibí la ayuda de un tío familiar que es médico. Después del tratamiento para una úlcera estomacal seguí teniendo episodios de dolor, palmas de las manos sudorosas, boca seca, mal aliento, náuseas, diarrea y “visión oscura de la vida”, como lo sentí entonces. Tomé medicamentos para todo eso, pero me ayudó solo temporalmente. Después de un episodio, me vio y me dio una pastilla para la depresión, ¡y al día siguiente no tenía síntomas! Yo estaba curado
Así que él y mi razonamiento fue que si me curaban con una pastilla contra la depresión, entonces es muy probable que esas enfermedades no fueran reales, mi cerebro estaba jugando conmigo. Así que me remitió a un psiquiatra.
Ella fue genial diagnosticándome con ansiedad. El tratamiento incluía hablar sobre cómo me sentía y cuándo. Y medicamentos para tomar en ciertos momentos del día y cuando sentí que los episodios de ansiedad llegaban.
después de muchos meses pude entender que no todo lo que sentía físicamente era real. cuando tenía ataques de ansiedad tomaba la medicación, pero también me daba cuenta de que lo que estaba sintiendo no era real. Esa realización facilitó la gestión de esos eventos.
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Como mi vida es estresante con el trabajo y en casa, sigo tomando ese medicamento en la dosis más baja posible. He aprendido a manejar la mayoría de los ataques de ansiedad y recomiendo a personas en situaciones similares que visiten a un médico. El cerebro puede jugar juegos muy torcidos en ti mismo.