1. Tener un valor frente a tus ojos que te mantendrá enganchado como cualquier cosa (como un objetivo imposible)
2. Verdad simple y sencilla. Recuerda que los pensamientos no hacen ninguna diferencia.
Supongamos que pienso en ti todo el día, ¿eso hará alguna diferencia para ti, incluso si lo sabes (a menos que tome alguna acción sobre estos pensamientos)?
Los pensamientos son energía.
Este es un mundo material.
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Compruebe la siguiente cita por Robert Anthony
“Vale la pena repetir que la preocupación no proporciona un beneficio conocido y no puede cambiar lo que sucederá mañana, pero puede debilitar tu fe, paralizar tus acciones, destruir tu paz interior interior y hacer que te sientas impotente”.
La preocupación no es más que un pensamiento excesivo sobre cosas que no hacen ninguna diferencia.
El golpe final es que estás a la deriva sin un objetivo claro en la mano.
Obtenga uno o más mentores, decida qué quiere hacer por sí mismo con su tiempo (incluso si no es nada, obtenga primero la opinión de un experto)
Bruce logró en su corta vida debido a esta actitud.
Intenta estar en paz y sabrás lo que te gusta hacer.
O
Persigue un sueño imposible (por ejemplo, ser dueño de una villa en dos años)
Aprenderás a enfocarte y casi no te preocuparás por nada más.
Si lo haces, sabrás cómo lo hiciste.
¡Buena suerte!
Déjeme saber si esto ayuda.