¿Cuáles son algunas estrategias prácticas que podrían adaptarse para mejorar su capacidad de reconocer oportunidades?

(1) Diga Sí antes de decir No o por qué.
(2) Conozca su destino.
(3) Pedir y aceptar ayuda.

Elaborar:
(1) La oportunidad, por su propia naturaleza, traerá consigo un cambio.

El cambio puede dar miedo.
Especialmente cuando el resultado es desconocido o impredecible.
La tendencia humana es evitar lo desconocido y lo aterrador. Para retroceder / retirarse / fugitivo. No lo hagas

El cambio puede dar miedo, pero
Si puedes abrazar y amar cambiar la forma en que un surfista ama una ola gigante, verás cómo el miedo se transforma en emoción. Navegarás en medio de una tormenta con la confianza de que sabes cómo navegar en tu barco.
Aceptar el cambio. Abrazar lo desconocido.

(2) Conozca su destino.
De lo contrario, como le dijo el gato de Cheshire a Alicia: cualquier camino servirá.

Implícito en la pregunta original (mejorar la capacidad de reconocer oportunidades) está la idea de que existe un tipo de oportunidad específica que uno busca. Cada evento en la vida de uno es una oportunidad para algo ; es solo que algunas oportunidades son triviales y otras son más significativas.

Si no hay un objetivo, y la idea es tener más emoción, entonces solo bastará el primer punto. (De hecho, hay una gran cantidad de oradores motivacionales que le cobrarán amablemente para convencerlo del mismo hecho. También hay increíblemente horrible películas en el mismo sentido).

Saber dónde quiere estar o dónde quiere ir, tener una visión muy clara de esto, le ayudará a reconocer una oportunidad que lo acercará más a ese lugar.

(3) Reconocer la oportunidad se trata tanto de aceptar ayuda como de saber la oportunidad cuando la ves. Como en esta broma clásica . A veces, la oportunidad golpea en la forma de alguien que ofrece una mano, y ya sea por orgullo o modestia, la rechazamos. (“No, está bien, lo tengo. Aunque gracias.”) O simplemente no estoy dispuesto a preguntar.

Las oportunidades rara vez son esos momentos únicos y brillantes en la vida que repentinamente y de manera fortuita te impulsan exactamente a donde nunca supiste que querías estar.

Más bien, normalmente son pasos pequeños pero muy significativos de personas que se unen para ayudarlo a llegar a donde se dirige.

El famoso estudio de seis grados de Milgram fue solo eso: se trataba de tener un destino y preguntar a las personas si podían dar un impulso para simplemente acercarse un poco más a ese destino.

Un último pensamiento: la oportunidad casi siempre se producirá a través de la conversación. Nunca deje pasar una oportunidad para una gran charla.