¿Quién te hizo comprender que tus propios problemas no eran tan malos?

Cuando llegué a conocer el mundo que me rodeaba, me siento más afortunada y bastante insensata acerca de mis propias preocupaciones después de notar la difícil situación de las personas en el mundo en desarrollo.

Muchas personas en el mundo no tienen acceso a agua potable limpia. Puedo abrir el grifo en cualquier momento que me plazca y beber tanta agua fría como quiera. Puedo ducharme o bañarme en cualquier momento. Y si estoy enfermo o herido, tengo agua para ayudarme a mejorar o para lavar mi herida para que no se infecte.

Muchas personas no tienen acceso a atención médica ni a médicos. Si me lesiono o me enfermo, hay un sistema en el lugar donde puedo recibir tratamiento médico profesional. Puede que tenga que esperar en una sala de espera y pagar mucho dinero, pero casi siempre estoy seguro de que lo haré mejor. Las personas en los países en desarrollo a menudo tienen que recurrir a remedios caseros, y visitar a un médico requiere un largo viaje a una ciudad y más dinero del que jamás pueden pagar.

Podría seguir y seguir, pero las ventajas de vivir en un país del primer mundo me convierten en uno de los “afortunados”, y cualquier problema que pueda tener se refiere a menudo como “problemas del primer mundo” que parecen una broma. A alguien con problemas y problemas reales mientras luchan por la vida cada día.

Los pequeños niños pacientes que encontré en la sala de espera de mi oncólogo.