No es el espacio; es la persona
La forma en que hacemos cualquier cosa es la forma en que hacemos todo.
Mire de cerca y la persona estará organizada y desorganizada de la misma manera en muchas áreas de la vida.
Las buenas habilidades de organización pueden ser la diferencia entre una vida satisfactoria, libre de estrés y una que está llena de desorden y caos.
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La organización es un estado de ánimo. Un escritorio limpio significa una mente limpia, pero no si los cajones están llenos de papeles y objetos desordenados.
Reduzca y elimine el desorden, luego limpie, los espacios que siente se desorganizan lo antes posible.
Trate de mantener todos sus espacios limpios, ordenados y sin basura.
Las superficies lisas y un espacio de trabajo / vivienda limpios respaldan la creatividad, la comodidad y la calma.
La vida libre de desorden y el cuidado de la vida corporal, mental y emocional dan como resultado naturalmente una necesidad reducida de mantener el desorden.
Si bien algunas de nuestras habitaciones / espacios están más ordenados que otros, todos están desordenados de la misma manera: ya sea que la ropa se amontone en el piso, el trabajo no se haga, se pierdan las llaves o los documentos, etc.
El desorden en un espacio no aumenta este estado en otras áreas.
El desorden se genera a través de la persona que nunca aprendió a organizar sus espacios, tiempo y mente.
Los espacios que guardamos son todos iguales.
La forma en que vivimos ahora es la forma en que viviremos siempre.