¿Es la virtud ‘elogiada, pero no practicada’, por la mayoría de las personas?

La virtud no tiene sentido a menos que sea practicada.

Una persona que conoce la definición de coraje no se vuelve valiente a menos que muestre coraje en la situación de la vida real.

  • Una persona no es honesta a menos que esté practicando honestidad en sus asuntos cotidianos.
  • Todos deseamos ser virtuosos porque nuestras virtudes nos dan alegría interior y satisfacción más profunda.

Esa es la razón por la que siempre elogiamos a los que son virtuosos. Cuando elogiamos a alguien genuinamente, esperamos sinceramente absorber esas cualidades en nosotros y llegar a ser como ellos.

Sin embargo, no puedes cultivar todas las virtudes pronto como no puedes adquirir todo el conocimiento del mundo en poco tiempo.

Se requieren años de práctica continua para hacer lo correcto de la manera correcta para llegar a ser virtuoso.

Aristóteles lo dijo con sabiduría: “La excelencia es un arte que se gana con la capacitación y la habituación. No actuamos correctamente porque tenemos virtud o excelencia, sino que los tenemos porque hemos actuado correctamente. Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto sino un hábito.

No hay límite para la virtud, así como no hay límite para el coraje, la honestidad o el conocimiento.

Solo porque no eres 100% virtuoso, no significa que no tengas virtud.

Alguna virtud es siempre mejor que ninguna virtud.

Todos somos virtuosos en diferentes formas de un grado diferente y siempre nos esforzamos por ser más virtuosos por medio de aún más práctica.