Sé el cambio que quieres ver en el mundo.
En serio, si quieres motivar a los adultos jóvenes a convertirse en mejores personas, conviértete en un mejor individuo. Si hace algunas cosas que no quiere ver a los jóvenes adultos, deje de hacerlas. Predique con el ejemplo, conviértase en alguien que influirá en los adultos jóvenes para que mejoren porque usted es mejor.
No son las palabras o técnicas que motivarán e inspirarán a otros. Es lo que USTED hace con su vida, cómo actúa, son sus acciones y su carácter los que tienen un impacto positivo en ellos.
Como dice Jocko Willink, “no hay equipos malos, solo líderes malos”
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Entonces, por ejemplo, si una escuela quiere ayudar a los estudiantes a ser más responsables y mejores, entonces los maestros deben hacer eso primero. Si el maestro está fumando y bebiendo, o si está gordo, ¿cómo puede él persuadir a los estudiantes para que estén saludables? Si un maestro culpa a los demás, ¿cómo pueden los estudiantes hacerse responsables? Si el maestro se enoja y no puede controlarse, ¿cómo puede pasar la autodisciplina y el autocontrol a los estudiantes?
Primero debes dirigirte a ti mismo y luego dirigir a otros. Si no puedes dirigirte a lo que quieres ver a otros haciendo, ¿cómo puedes convencer a otros para que lo hagan?