En general, como miembro de la familia o amigo es difícil ayudar a una persona que sufre de un problema de salud mental. A menudo se vuelve frustrante porque tienes que verlos sufrir con cosas que ahora podrías enfrentar.
Limitar el alcohol y la cafeína, reducir el estrés y mejorar el sueño puede ayudar mucho a mejorar la ansiedad. Pero es difícil actuar como un terapeuta para un ser querido. Por muchos motivos.
Tengo el mismo problema. Si yo en mi rol de terapeuta le digo a un paciente mi opinión sobre un buen camino hacia adelante, a menudo siguen mi consejo. Si se lo hago a un amigo, casi nunca funciona.
La mayoría de las personas no se dan cuenta de que la terapia tiene más que ver con la motivación que con la resolución de problemas, por eso es importante que un ser querido que tenga problemas de salud mental busque un profesional.
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La resolución de problemas es la parte fácil. La motivación es la parte difícil. Los terapeutas son expertos en ambos. Motivarlos a buscar un profesional.