¿Por qué amamos el olor de nuestro propio pedo pero no nos gusta el de los demás?

No me importan particularmente mis pedos, pero los tolero. Es probable que toleremos nuestros propios pedos porque estamos acostumbrados a nuestro propio olor, incluso uno desagradable. Nuestros sentidos se aburren con los estímulos con los que nos enfrentamos repetidamente. Así que un nuevo aroma es alarmante e invasivo.

Eso es algo literal, si hablas de cuando a las personas les gusta hablar y hablar de sí mismas es porque intentan impresionar a las personas con sus vidas. Significa que necesitan la validación externa para sentirse bien con sus vidas o sus logros.

“¿Has conocido a Jon?” “Tal vez … ¿es él el que sigue mencionando lo indescifrable que es para la facultad?” “Sí, eso es Jon, le gusta oler sus propios pedos …”

A los rastreadores no literales de auto-pedo no les gustan otros rastreadores de auto-pedo porque cualquier otra persona que olfatee sus propios pedos se aleja cuando ellos mismos pueden estar oliendo sus propios pedos.

Yo tampoco diría que “amamos” el olor de nuestros propios pedos. Y al igual que podemos tolerar tocar nuestros propios fluidos corporales pero no los de otros, no nos gusta oler los pedos de otra persona. Es como ingerir un subproducto sucio de otra persona. Es demasiado cerca de asimilar su mierda. Al parecer podemos tolerar nuestra propia mierda.