Su cerebro contiene más de 100 mil millones de neuronas que trabajan perfectamente para crear conciencia y pensamiento. Es una maravilla asombrosa de la evolución y la adaptación, y también es una gran polla.
¿A qué nos referimos con eso? Bueno, todos quieren ser felices, pero el mayor obstáculo para eso es la cosa blanda dentro de tu cráneo con la que piensas. La evolución ha dejado a tu cerebro con todo tipo de mecanismos que están fuertemente inclinados hacia la miseria. No podemos garantizar que la lectura de este artículo ayude, porque su cerebro es tan astuto como sádico. Pero al menos lo entenderás mejor.
En algún momento del año pasado, ha hablado con una mujer con una apariencia de supermodelo que no dejaría de hablar de lo horrible que fue que ella había ganado media libra o que tenía un débil grano en la frente. Te diste cuenta de que esta era una persona que de alguna manera podía mirar su cara de la revista de moda en el espejo y solo ver el grano. Es tan molesto, ¿por qué no puede simplemente concentrarse en lo positivo? Pero, por supuesto, todos lo hacemos en distintos grados: puede pasar 5,000 automóviles en su viaje por la mañana, y 4,999 de ellos pueden ser conductores perfectos y educados. Pero luego pasas a ese tipo en la camioneta que literalmente sacó sus nalgas de la ventana lateral y tomó una mierda voladora en tu capucha. Cuando llegues al trabajo, ¿vas a hablar sobre los 4,999 buenos conductores o sobre la mierda del capó volador? Te centrarás en lo negativo, porque tu cerebro está programado para dedicar más atención a la miseria de la vida.
Los investigadores encontraron esto en un entorno de laboratorio: pueden mostrarles a los participantes imágenes de caras enojadas y felices, y las participantes identificarán las caras enojadas mucho más rápido que las felices. ¿Cuánto más rápido, te preguntarás? Tan rápido, respondemos, que los participantes no tenían ningún recuerdo consciente de haber visto las caras. Así es: tu cerebro ya identificó las partes de mierda de tu día antes de que lo supieras. Tienes un sexto sentido para la miseria.