No digas ni una palabra al respecto. Las personas que no han lidiado con la depresión a menudo no lo entienden y tienen todo tipo de creencias erróneas acerca de lo que significaría para su empleo. Y el estigma de la enfermedad mental sigue siendo muy real.
Si tiene que decir algo, los “problemas de salud” o “problemas personales con los que he tratado” son honestos y evitan dar detalles. Tendrá que decidir si quiere ser tan honesto, o simplemente evitar la pregunta. No tienen derecho a más detalles que eso.
Si no te lo preguntan directamente, no digas ni una palabra al respecto.
La palabra “depresión” no debe pasar por tus labios.
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Me diagnosticaron depresión biológica a los 22 años y desde entonces he tomado medicamentos. Tengo 59 años. Nunca perdí un trabajo por eso, pero no he podido obtener un seguro de salud, y tuve algunas confrontaciones realmente incómodas con personas que no entendían cuál era la condición. Se considera un factor de riesgo importante en la atención médica y puede asustar a los empleadores. solo mantenlo fuera de la mesa si puedes.