Yo. Me resulta absolutamente inútil preocuparme por cualquier cosa.
Exámenes? He hecho mi estudio, voy a realizar según eso. No hay necesidad de preocuparse.
Resultados? He escrito de acuerdo a cómo me preparé y mis calificaciones lo definirán. Solo obtendré lo que merezco. Sin preocupaciones.
¿Trabajo? Aunque realmente no he trabajado en ninguna parte, sé que eso tampoco me preocuparía. Sé lo que he estado haciendo en la universidad y estoy seguro de que puedo conseguir un trabajo decente.
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¿Matrimonio? El hombre adecuado vendrá cuando sea su momento. Dejaré la preocupación por mis padres.
¿Por qué estoy tan relajado?
Porque creo en el destino. Destino. Como sea que quieras llamarlo. Creo que lo que sea que esté sucediendo conmigo se supone que suceda, incluso si todo parece ir por el camino equivocado, en realidad va por el camino correcto.
Lo que sea y cada vez que obtenga algo en la vida, o si me quitan algo, sé que es por mi propio bien. Las cosas suceden por una razón y espero la razón para desarrollarse.
No tiene sentido preocuparse.