Dependiendo de la modalidad del terapeuta, la mayoría de las terapias comenzarán con las etapas de evaluación y formulación, ya sea que estén claramente articuladas o no.
Durante la fase de evaluación, se le pedirá al cliente que relacione libremente los diversos elementos que ellos creen que han contribuido a su problema de presentación. Ellos serán guiados por el terapeuta en esto, ya que esta es información requerida para formular un plan de terapia.
La fase de formulación considera que el terapeuta intenta expresar de nuevo al cliente cómo ve el problema y qué cree que puede hacer en términos de plan de terapia, técnica, etc. para ayudar.
Algunas terapias, como la terapia conductual cognitiva pueden producir cambios más rápidos, otras pueden demorar años, todo depende de lo que se ha formulado, después de la evaluación.
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Por lo tanto, hay una serie de razones por las cuales los clientes que realizan terapia pueden no ver una mejora inmediata:
- Todavía están desarrollando la relación terapéutica, que es necesaria para entrar en un diálogo realmente útil sobre el tema;
- Al articular el problema durante la evaluación, el cliente puede volver a experimentar recuerdos difíciles y es casi seguro que solo hablar de ello es un momento difícil;
- La terapia en sí no habrá comenzado realmente como tal todavía, ya que todavía se encuentra en las primeras etapas;
- A menudo, puede sentirse bastante mal con la terapia real, pero puede ir mejorando gradualmente en el resto de la semana: la familia puede darse cuenta de esto más que usted;
- Puede haber otros problemas que impidan una mejoría en el estado de ánimo: comienzo de la medicación, inquietudes financieras, inquietudes sobre si la elección del terapeuta ha sido correcta.
En última instancia, sin embargo, el éxito en la terapia se reduce a dos cosas: la profundidad y la calidad de la relación terapéutica (a veces no es perfecta, a veces lleva tiempo, más raramente falta de habilidad en nombre del terapeuta) y cuán abierto y dispuesto está el cliente es explorar sus problemas. El cambio real vendrá de sentirse seguro, cuidado y escuchado, o de explorar valientemente sus sentimientos y problemas hasta que pueda comprenderlos mejor y vivir con ellos. Nunca es fácil y, a menudo, los clientes tienen muy poco comprensión del proceso – no es necesariamente algo malo, esto generalmente se retiene para evitar agregar al estrés del cliente.