Bueno, la verdad es que creo que alabamos más el equilibrio. poner la otra mejilla puede ser una táctica válida si quieres ganar la batalla moral, o confías en que tus enemigos no estén dispuestos a perderla, pero si quieres mantener tus cosas en esta vida y no ser abofeteado una segunda vez, entonces necesitas saber qué límites tienes. no necesita ser malo, pero no debe ser un felpudo. puedes ser amable, pero hay un límite entre hacer lo correcto y ceder a todo lo que otras personas hacen.
la sociedad elogia el éxito, en todas sus formas, todas las cuales son (posiblemente) egoístas, ya que todas tienen que ver con lo que Tú quieres. donar mil millones de dólares a la caridad por día es menos egoísta que guardar esos miles de millones para ti mismo, pero lo estás donando porque TÚ quieres, o porque TÚ quieres vivir en un mundo donde la gente hace eso o porque TÚ quieres complacer a alguien ¿Quién apreciaría que lo hicieras? (mundanos o divinos). admiramos a quienes logran sus objetivos, y cualquier objetivo personal es en parte egoísta, incluso terminar con el hambre en el mundo o encontrar la cura para el cáncer.
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