¿Hasta qué punto puede un humano crear o cambiar deseos voluntariamente?

  • Sabemos que nuestra fisiología se reduce al funcionamiento cerebral de manera bioquímica o electromagnética. Hemos recorrido un largo camino entendiendo sus mecanismos, PERO no podemos experimentar mucho.
  • Aunque se ha demostrado que muchas sustancias químicas y pulsos electromagnéticos alteran nuestros sentidos, percepción y habilidades, aún hay que jugar con comportamientos más complejos.
  • En teoría, establecer una fuerte conexión neurológica entre un área que representa una idea, un objeto (por ejemplo, una manzana, un reloj o una puesta de sol) y las áreas de “placer” definitivamente causará un deseo por ese objeto. Además, experimentar ese objeto resultará en experimentar placer.
  • De la misma manera, inhibir las conexiones de “placer” existentes o volver a conectarlas al área de “miedo” conducirá a la inhibición de los deseos existentes.
  • Cabe mencionar que dicho “recableado” del cerebro se usa en las técnicas psicológicas “pavlovianas” existentes, que intentan desarrollar nuevos reflejos, pero son muy lentos, ineficaces y poco confiables.