Recuerdo una historia de mis estudios de filosofía sobre un simple pescador y un rico hombre de negocios. El primero, cada día, simplemente descansando debajo de un árbol tratando de atrapar algunos peces, el segundo hombre condujo la carretera en su nueva limusina. Se detiene y hace algunas preguntas al pescador que intenta convencerlo de que invierta su tiempo y sus recursos en algunos negocios que le aportan una fortuna.
Pescador pregunta “¿Por qué lo necesito?”. El empresario se encogió de hombros: “Tendrás más dinero. Entonces podrías invertir más dinero en otro negocio, lo que te traerá más dinero”.
“¿Para qué necesito más dinero?”
“Si acumulas más riqueza puedes costear una casa grande y un auto nuevo como el mío”.
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“Sí, bien, ¿pero para qué?” Preguntó el pescador implacablemente.
“Entonces podrías pasar más tiempo con tu familia y en tus pasatiempos”.
“¿Como que?”
“¡Como pescar por ejemplo!”
“¿No es eso lo que estoy haciendo ahora?” Resumió el pescador.
Esta historia es popular en casi todos los países, pero resume en gran medida las cosas que pides. Si sabes lo que quieres hacer en la vida, no necesitas nada más para hacer esto. Al menos quieres crear tu propio negocio y ganar algo de dinero.
Lo que puede ser difícil en este enfoque es que la gran mayoría de nuestra sociedad está orientada a ganar mucho dinero, el consumo de bienes naturales, la fama y la vida en primer plano. La presión de los grupos sociales puede ser muy alta si quieres vivir tu propio estilo.