Como una persona con trastorno bipolar que no fue diagnosticada hasta los 33 años, no diría que un adolescente estaría “escondiéndolo”; lo más probable es que no sepan que lo tienen. He tenido depresión desde que era un niño y suicidio todo el tiempo. Sin embargo, yo era un joven muy optimista, muy optimista sobre la vida, pero también bastante cínico. Recurrí a las drogas y al alcohol bastante pronto, para auto medirme (superar el hábito de lo que ha sido un obstáculo adicional), que ayudó a mi manía. Mis emociones siempre han estado muy cerca de la superficie. Cuando era adolescente, pasaba mucho tiempo en mi habitación, solo, pero igual cantidad de tiempo siendo fervientemente social. Fui honrado con mi novio y mis amigos durante la adolescencia y hasta los 20 años. Cuando tenía 26 años, tuve un episodio maníaco que me obligó a ser expulsado de la escuela de enfermería, que me devaluó por completo. No tenía cobertura de salud mental en mi seguro, y en mi pequeña ciudad, no tenía acceso a tratamientos de escala móvil, por lo que nunca me diagnosticaron, hasta que me mudé a una ciudad más grande y completé algunos años de terapia antes. Recibiendo un diagnóstico y comenzando un tratamiento farmacéutico. Ahora mi estado de ánimo finalmente se ha estabilizado, pero siento que me he perdido muchos hitos que ya debería haber logrado, debido al estado desorganizado e inconsciente en el que me encontraba durante tanto tiempo.
Todo esto para decir , si piensa que un niño (su hijo, su estudiante, su paciente) podría tener un trastorno bipolar, diagnosticarlos y tratarlos lo antes posible es el mejor de los casos. Pregúnteles acerca de sus sentimientos, sin juzgarlos. Les digo directamente: “Me preocupé por ti, porque he visto algunos de los síntomas del trastorno bipolar. ¿Podemos encontrar una manera de llevarlo a un consejero para un chequeo? “O,” he estado notando que le cuesta mucho mantener sus emociones bajo control. ¿Qué piensas acerca de hablar con alguien?
Si alguien en mi vida me hubiera abordado con estas preocupaciones (un compañero, un mentor, un padre, alguien), probablemente me hubieran contactado con mayor rapidez y hubiera podido tomar más control de mi vida en mis años de formación.
¡Buena suerte!