¿Puede el nihilismo ayudar a desencadenar la depresión?

Examinemos la relación científica y filosófica entre el nihilismo y la depresión.

El nihilismo puede definirse ampliamente como la idea de que no hay un propósito o significado objetivo en la vida.

Según el Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos (NIMH, “Depresión”), los signos y síntomas de depresión incluyen “Sentimientos de desesperanza o pesimismo” y “Sentimientos de culpa, inutilidad o impotencia”.

Dado que esta información de salud probablemente no pretende ser filosófica, se podría interpretar que estos rasgos son nihilistas.

Sin embargo, científicamente, solo porque las ideas nihilistas están presentes con la depresión, no significa que una necesariamente cause la otra. La correlación no es causalidad. No encontré una investigación extensa que responda si el nihilismo causa depresión. De hecho, según el NIMH, la depresión se considera una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos.

El factor psicológico puede ser la razón por la cual mostrar una conexión científica puede ser difícil.

Como su propia filosofía puede implicar, el nihilismo es subjetivo y puede que no sea deprimente para todos. Tu interpretación de la realidad es relativa.

Por ejemplo, uno podría pensar que la vida es deprimente si no hay un Dios o un propósito superior. Por otro lado, si te sentiste encadenado u oprimido por alguna autoridad supuestamente absoluta, quizás te sientas liberado por el nihilismo de que no hay reglas.

Por lo tanto, la subjetividad puede ser la razón filosófica por la cual los trastornos mentales como la depresión no se diagnostican basándose únicamente en pensamientos nihilistas.

Si no hay un significado absoluto, el nihilismo no puede ser inherentemente deprimente.

Si tienes una depresión real, una foto de un cachorro podría provocarla.