Ustedes, como generaciones de niños y hombres, han sido condicionados a creer que los viejos niños riman:
¿De qué están hechos los niños pequeños?
Recortes y caracoles, y colas de cachorros,
De eso están hechos los niños pequeños.
¿De qué están hechas las niñas?
Azúcar y especias y todas las cosas bonitas,
De eso están hechas las niñas.
Está bien, no es literal, pero es socavador y tóxico para condicionar a los niños varones con esta mierda.
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Y lo perpetuamos hasta la edad adulta simulando estar ofendido si un hombre habla honestamente acerca de lo que las mujeres realmente están “hechas de”. ¡Hah! La hipocresía me da ganas de llevar un bate de béisbol al próximo evento del Partido Demócrata.
El único requisito real es que usted (y todos los hombres) reconozcan que las mujeres tienen derechos humanos reales, idénticos a los que tienen los hombres. Dentro de ese anillo protector, nos relacionamos unos con otros como hombres y mujeres se han estado relacionando entre sí durante decenas de miles de años. Honestidad, de eso es de lo que todos debemos estar hechos.