Todo lo que se necesita es, de hecho, una persona. El orden en que mencionaste las cosas tiene que ser revertido. Primero el fracaso, la inteligencia o el pensamiento correcto, finalmente el coraje y la valentía para infectar a todos con claridad, confianza y coraje.
Una revolución de transformación individual comienza con el fracaso. Porque el fracaso, la desgracia o cualquier choque de la vida es el único desencadenante de la introspección y la autoevolución. Lea la autobiografía de cualquier gran persona que haya impactado positivamente muchas vidas. Todo comienza en el fondo de la roca.
Luego comienza una fase de indagación, una fase de búsqueda, una fase de pensamiento claro y guiado. Donde todos los puntos, las experiencias en la vida de uno están conectados de forma única para dar una imagen clara de su misión y su propósito en la vida.
Por último, pero no menos importante, es el coraje y la valentía necesarios para vivir constantemente su vida, su propósito, su misión. Solo puedes dar a otros lo que ya tienes en suficiente medida. Entonces, si tienes el coraje y la indomable persistencia o inspiración, eso es lo que le darás a las personas que te rodean a los demás. Una evolución personal transferida a otra lleva a una revolución.
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Así que deja de preguntar cómo y toma ese fuerte golpe de fracaso o desgracia de tu vida y comienza la próxima gran revolución.
“Si no eres tú, entonces quién, si no ahora, entonces cuándo”.