¿Tienes alguna esperanza de que el estigma de la salud mental sea abolido?

No.

No porque las personas nunca cambien sus perspectivas, sino porque una cultura que condena un funcionamiento diferente del promedio como “enfermedad” siempre mantendrá una percepción estigmatizada de las experiencias psicológicas.

Nuestros métodos de categorizar y “tratar” las afecciones de salud mental aseguran que las personas continúen sintiéndose débiles, dependientes y se sometan a la manipulación de instituciones y corporaciones.

El concepto de salud mental en el establecimiento médico moderno es inherentemente perjudicial, y no podemos lograr un enfoque más cómodo y menos crítico sin romper las barreras que sostienen nuestro sistema actual.

Entonces, si llegamos al punto en que se eliminan los estigmas, todo el concepto de “salud mental” cambiará de manera tan radical que contrastará con la visión contemporánea promulgada por las compañías farmacéuticas, las instalaciones médicas populares y las organizaciones (gubernamentales y de ciudadanos). que son financiados en gran parte por los grupos de interés invertidos.