Las guías bíblicas para la depresión se pueden encontrar a lo largo de las Escrituras a partir de las muchas narraciones sobre la vida de las personas que aparecen en ellas. El entendimiento general es que Dios es el autor de la vida y debemos confiar en Él en todas las situaciones de la vida, ya que Él lo sabe mejor. Siendo el creador, Él ha previsto todas las circunstancias y situaciones y se ha alejado. Dios no cambió las circunstancias para Su Hijo Jesús, quien sufrió y salió victorioso. Incluso para nosotros, sea lo que sea que enfrentemos, podemos ser animados a que también pase.
También se nos alienta a practicar la gratitud como parte de nuestro caminar diario con Dios. La gratitud nos muestra lo lejos que hemos caminado, construye nuestro carácter y nos brinda algo para aferrarnos en futuros encuentros.
Se puede decir que otra directriz es que no se debe caminar solo en esta vida y que deben pertenecer a un grupo de personas de ideas afines. Los creyentes que se ven en la institución de la iglesia usualmente están en una comunidad de hermanos donde uno encuentra fuerza, ánimo e incluso compañía. En última instancia, un ser humano no puede ser independiente y hay fuerza en los números.
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