Domar la mente del mono
Es una experiencia demasiado común: la duda silenciosa, pero incesante, que ocupa tu mente, unida a la corriente de pensamientos destructivos que la acompañan.
La voz llama tu atención mientras te recuerda tu debilidad inherente. El incesante diálogo interior no conoce fronteras hasta que te abruma. En ese momento te rindes, sabiendo que te ha agarrado una vez más.
Bienvenido a la duda, al intimidante crítico interno y al modesto detractor que está decidido a socavar su éxito. A pesar de tus mejores intenciones de dominar la agobiante conversación, es inútil.
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¿Por qué no te deja en paz?
No puedes eliminar la duda más que intentar eliminar los pensamientos negativos. Las dudas se tejen en nuestra psique durante la infancia a medida que aprendemos a integrarnos en nuestro entorno. Igualmente, lo que comienza cuando la voz de la razón se hace eco a través de sus seres queridos, pronto se convierte en el crítico interno dudoso después del paso del tiempo.
¿Sabía que para cuando llegue a la edad adulta, habrá escuchado la palabra “NO” repetida 50,000 veces? En contraste, la palabra “SÍ” se escucha 7,000 veces. No es de extrañar que la duda se abra camino en nuestras mentes con tanta intensidad.
Somos conocidos por fabricar historias inexactas sobre nosotros mismos. La duda es una de esas historias que se repite en la edad adulta. Si bien puede ser normal tener dudas de vez en cuando, estar a merced del pensamiento debilitante no conduce a una vida satisfactoria.
De manera similar, la duda puede volverse autocrítica y causar estragos en su confianza personal si no se la controla.
Dejar de alimentar la duda
Vale la pena repetirlo: la duda debe ser examinada si le impide vivir una vida enriquecedora.
Está claro que un número creciente de personas evitan honrar su potencial. Ocultan sus emociones, esperando que desaparezcan, y no, estas mismas personas tampoco están confinadas a la clase masculina.
Lamentablemente, a medida que pasa el tiempo, las emociones enterradas resurgen como enfermedades, relaciones destructivas, adicción a sustancias o conductas desfavorables.
En su libro Evolución espontánea , el autor Bruce Lipton afirma que el 95% de nuestro comportamiento está controlado por nuestra mente subconsciente. Nuestro comportamiento se refleja en las decisiones ciegas que tomamos todos los días sin un momento de consideración. Considere qué tanto de las decisiones de su vida diaria están automatizadas, sin una intención consciente.
En otro ejemplo, el autor Michael S. Gazzaniga ilumina aún más este punto en Quién está a cargo: El libre albedrío y La ciencia del cerebro . Como neurocientífico que investiga la personalidad del cerebro dividido, afirma: “De lo que se siente tan orgulloso es de una historia que combina su módulo de intérprete para explicar la mayor parte de su comportamiento que puede incorporar y niega o racionaliza el resto”.
Superado el crítico interno
Muchos libros se alinean en las estanterías, proponiendo formas de superar la duda. La mayoría aplica el término venciendo la duda con desdén, comparándolo con superar un contratiempo. La duda es parte de tu naturaleza, integrada en el ser de la sombra. Su función es mantenerlo a salvo, pero esa red de seguridad puede volcarse si no está consciente de los mensajes negativos. No necesitas negar aspectos de tu personaje, ya que lo que resistes, persiste.
Para superar la duda de uno mismo, se requiere una acción afirmativa mientras se está atento a la crítica interna, es decir, se toma acción a pesar de la duda.
En un reciente documental que destaca el deporte de la caída libre acelerada, un periodista le pregunta al aventurero si sintió miedo antes de saltar. Le aseguró que el miedo estaba presente en cada salto y le recordó los peligros inherentes asociados con el deporte. Manejó su miedo bajando el volumen para que no lo abrumara.
Lo que nos lleva a examinar el propósito de la duda.
¿Está enmascarando un aspecto reprimido de uno mismo?
Tómese un momento para considerar el espectro de dudas en su vida. ¿Qué recursos utilizas para navegar la duda cuando surge?
Debe decirse que la duda sirve para ayudarlo a superar las restricciones autoimpuestas. La clave para superar las dudas de uno mismo es aventurarse más allá de su zona de confort y probar cosas nuevas con frecuencia. Cada vez que nos encontramos con una victoria menor, ganamos confianza, lo que debilita la duda.
El propósito de los topes de velocidad es reducir la velocidad al conducir, no detenerlo por completo. Por lo tanto, adopta un enfoque similar para superar la duda al no permitir que te domine.
Si la duda de uno mismo está causando estragos en su vida, vuelva a conectarse con su propósito en lugar de permitir que los obstáculos lo superen.
La atribución de la culpa a los fracasos pasados conduce a pensamientos más destructivos. En su lugar, tome acción afirmativa con sus metas y atienda sus dudas con autocompasión. Es su responsabilidad reconciliarlos de manera pacífica y sin culpa.
Su viaje hacia la paz interior y su cumplimiento está lleno de muchos desvíos. Abraza tus retos con atención y entusiasmo.
Se dice que un objetivo rara vez alimenta nuestro deseo de éxito sin la lucha que lo acompaña para lograrlo. Después de todo, es en quien nos convertimos que enciende nuestra pasión y nos sostiene para alcanzar la victoria interior.