Como miembro del personal de una escuela secundaria y una persona con problemas mentales, me gustaría que esto sucediera. Pero como persona que tuvo hijos y tiene nietos en la escuela ahora, creo que el gobierno nos está ordenando a los ciudadanos que ya hagamos tantas cosas, que probablemente no debería ser una cosa obligatoria.
Creo que es una buena idea tener un psicólogo disponible para que los estudiantes hablen si sienten la necesidad. Nuestro distrito escolar tiene varios psicólogos que rotan a las diferentes escuelas en nuestro distrito y está disponible en nuestro sitio los martes y jueves por la tarde. Los estudiantes pueden entrar y hablar con él si lo desean cuando no tiene citas con las que tratar o pueden concertar una cita para reunirse con él cuando tenga otros estudiantes. Nuestro sitio, especialmente, tiene una gran cantidad de enfermedades crónicas relacionadas con las enfermedades mentales porque esa es una de las razones de la existencia de nuestra escuela. Nuestro programa cubre a las adolescentes embarazadas (tanto hombres como mujeres), adolescentes con hijos, adolescentes de secundaria con enfermedades mentales que no pueden hacer frente a la escuela en un campus más grande.
También tenemos un programa hospitalario para estudiantes de todas las edades que tienen lesiones que lo dificultan en un campus regular, como un hueso roto con un yeso donde no pueden caminar o no pueden escribir con su mano dominante. También contamos con un especialista en recursos que trabaja con nuestros estudiantes que tienen un nivel más bajo de aptitud para el aprendizaje. Tenemos materiales especiales disponibles para trabajar con estos estudiantes.
Debido a que tenemos un número mucho menor de estudiantes, podemos tratar con los estudiantes más fácilmente. Pero todavía es un poco problemático si un estudiante tiene un episodio durante el tiempo de clase. Pero hemos aprendido a ser capaces de lidiar con estas cosas de una manera que protege la privacidad del estudiante y la seguridad de los otros estudiantes. Cuando realmente sabemos que un estudiante tiene un problema, sabemos mejor cómo lidiar con él y cómo lidiar con ese estudiante en particular. Por ejemplo, tenemos un “Kit de Calma” a la mano que contiene algunos elementos para ayudar a los estudiantes a resolver un problema mientras están aquí. Contiene artículos tales como un libro de cuentos, crucigramas, chicles, cartas o lápices de colores y libros para colorear. Estos artículos pueden usarse cuando un estudiante necesita ayuda para resolver un problema ese día. Entonces, con suerte, pueden regresar a clase listos para trabajar de nuevo.
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