En mi opinión, es porque muchos de nosotros sentimos que no tenemos ningún propósito. Nos encontramos sin nada para satisfacer nuestra necesidad humana innata por una razón para existir. La falta de propósito, o tratar de cumplir un propósito que es incorrecto para nosotros, puede drenar la alegría de la vida. También tenemos demasiados estímulos en cuanto a actividades, tecnología, electrónica, incluso nuestras elecciones de cereales son astronómicas. La abrumadora cantidad de opciones disponibles puede contribuir a nuestra falta de información sobre lo que es correcto para nosotros, por lo que podemos sacar esas cosas de nuestras listas mentales y avanzar en otras elecciones de la vida. El marketing y la publicidad también nos sobrecargan constantemente con lo que deberíamos ver y hacer, comer, manejar y lavarnos el cabello, lo que nos obliga a sentir que debemos comprometer nuestra identidad personal para “encajar” o “sobresalir” o “tener éxito”. ¡Hemos perdido la pista de lo que realmente significa el éxito para nosotros!
Podría seguir, pero mi opinión probablemente no valga la pena el espacio y el tiempo.