¿Cómo influye el conocimiento de la biología evolutiva en el enfoque para estudiar las habilidades mentales / cognitivas en la ciencia cognitiva?

Si queremos entender cómo funciona la mente, debemos tener una idea sobre el proceso subyacente que la generó. Este proceso subyacente es la evolución.

Es útil porque la comprensión del proceso evolutivo expone las limitaciones y restricciones que existían mientras la mente evolucionaba. Básicamente, todo mecanismo cognitivo tiene que ser evolutivo. Comprender estas limitaciones reduce enormemente el espacio de búsqueda en el que podemos encontrar mecanismos candidatos para nuestras funciones cognitivas.

Piense en la evolución como un mecanismo de aprendizaje. Hay funciones que este mecanismo de aprendizaje no puede aprender. Cualquiera que sea la evolución que se haya logrado, tiene que ser alcanzable utilizando muy pocos muestreos y ensayos (polinomiales). Todos los mecanismos cognitivos propuestos tienen que caer dentro de este dominio. Aquí es donde la perspectiva evolutiva puede ayudar. Sin embargo, uno debe recordar que a veces es difícil entender cómo puede evolucionar una función en particular.

Más concretamente (pero también trivial), toda la empresa de los organismos modelo se basa en el supuesto de que hemos evolucionado y compartimos ancestros comunes. Asomamos ratones porque no podemos atacar a los humanos, mientras asumimos que nuestro cerebro se ha desarrollado de la misma manera, a pesar de que no terminaron en el mismo lugar.

Sabemos que nuestras mentes fueron diseñadas para la vida como cazadores-recolectores, por lo que se pueden hacer algunas deducciones.

Este método puede ser mal usado pero es básicamente sólido.