Estoy muy inspirado por una máxima estoica escrita por el emperador Marco Aurelio:
“El impedimento para la acción avanza la acción. Lo que se interpone en el camino se convierte en el camino “.
Con este marco, hay tres disciplinas que puedes practicar para superar los obstáculos. La primera es la percepción, que nos muestra que lo más importante no es cuáles son nuestros obstáculos, sino cómo los vemos, cómo reaccionamos ante ellos y si mantenemos la compostura.
La segunda disciplina es la acción. Una vez que hayamos dominado nuestras percepciones audaces, la acción persistente nos ayuda a desmantelar los obstáculos que se nos presentan. La acción es la solución y la cura de los problemas en que nos encontramos.
- ¿Cómo puedes mejorar tu imaginación?
- ¿Debe uno perseguir varios pasatiempos al mismo tiempo o concentrarse en uno, alcanzar un nivel y luego pasar al siguiente?
- ¿Qué debo hacer, con quién debo hablar o adónde debo ir para aprender cómo hablar con las personas, para convencerlos de que el mundo está yendo muy mal?
- Cómo convertirse en un líder de equipo.
- Tengo un lisp ¿Cómo puedo deshacerme de él?
El tercer discípulo es la voluntad. Se trata de cómo entiende y responde el resultado de sus acciones. Es posible que tengas los mejores planes del mundo y que las cosas aún no funcionen. O superar tu obstáculo puede ser diez veces más difícil de lo que nunca pensaste. La voluntad es cómo respondemos a esos desafíos.
En otras palabras, el obstáculo es el camino .