La psicodelia no tiene un significado inherente. Las drogas psicodélicas funcionan porque tienen un grado de especificidad para agonizar los receptores de serotonina en el cerebro humano (porque tienen una estructura molecular muy similar). Cuanta más especificidad tenga la droga para el receptor, más fuerte y disociativo será el viaje psicodélico. Es por esto que diferentes psicodélicos proporcionan diferentes experiencias. Cuando una droga psicodélica agoniza el receptor, se ocupa un lugar para la unión de serotonina. A mayor cantidad de medicamento en su sistema, menos sitios de receptores disponibles para la serotonina. La serotonina es un neurotransmisor usado para enviar señales químicas en varias partes del cerebro. Cuando se bloquea la unión de la serotonina, las señales externas de la percepción sensorial son bloqueadas y reemplazadas por el fuerte poder agonizante de la droga psicodélica. Dado que las señales que el cerebro recibe de la droga no están en absoluto correlacionadas con la realidad externa, la experiencia fenomenológica que la mente crea ya no tiene una base completa en el mundo externo. Cuando ocurren bloqueos en la percepción, la mente llena los espacios en blanco. Cualquier significado percibido durante el viaje no está en la droga o su interacción con el sistema neuroquímico, sino en la mente que experimenta el viaje.
Dicho esto, creo que los psicodélicos son quizás la clase de drogas más importante e interesante, ya que producen cambios RADICALES en la percepción y el estado consciente del usuario. Estas drogas, creo, pueden jugar un papel enorme en nuestra comprensión de cómo el cerebro produce conciencia. Incluso pueden ser instrumentales para resolver el problema de la mente y el cuerpo que ha preocupado a científicos y filósofos durante siglos.