“Eso es parte de la belleza de toda la literatura. Descubres que tus anhelos son anhelos universales, que no estás solo y aislado de nadie. Tu perteneces.”
– F. Scott Fitzgerald
El estrés y el desamor son partes de la vida. No hay que evitarlos. La depresión es un asunto totalmente diferente, pero la literatura es una fuente de ir a lugares a los que posiblemente nunca puedas ir, experimentar cosas que nunca podrías en el mundo real, todo mientras estás sentado en un lugar. ¿No es eso asombroso?
Harry Potter : puedes ir a un mundo mágico donde las cosas se hacen de una manera extrañamente antigua (quill y Pergamino, quiero decir, vamos) pero te hace desear que puedas ir allí solo una vez.
Señor de los anillos : puedes ir a un lugar pequeño y tranquilo donde los enanos viven felices, haciéndote envidiar su forma de vida simplista y alegre.
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Una canción de hielo y fuego : puedes ir a un mundo oscuro y caótico donde todo es justo para el trono. Ganas o mueres.
Crepúsculo : puedes ir a un lugar donde vampiros brillantes de más de 100 años se enamoren de una adolescente, pero no lo recomendaría.
Estas son sólo algunas obras famosas de ficción. Puede experimentar la emoción del suspenso a través de escritores como Sidney Sheldon y John Grisham, leer autobiografías y memorias de personas que han pasado por todo esto y básicamente experimentar el mundo a través de muchos puntos de vista.
Lo que estoy tratando de decir es que la literatura te hace darte cuenta de las infinitas posibilidades de la vida y de que las cosas triviales como el dolor y el estrés casi nunca importan a la larga a medida que “vives” a través de los ojos de cientos de personas en forma de personajes.