Un poco de historia puede ayudarte a entender la diferencia.
Las raíces de la neuropsicología provienen de la frenología, que fue una pseudociencia que postulaba que las facultades morales e intelectuales estaban ubicadas en ciertas partes del cerebro. No utilizaron ningún paradigma experimental para probar sus hipótesis, de ahí el aspecto pseudocientífico. No obstante, los investigadores en este campo fueron los primeros en estudiar las lesiones de Phineas Gage, un caso de libro de texto que todavía se enseña a los estudiantes de neuropsicología en la actualidad.
Los trabajos de Broca y Wernicke, quienes descubrieron dos áreas del cerebro responsables de la producción y la comprensión del lenguaje, fueron muy importantes para el desarrollo de la neuropsicología como lo conocemos hoy. Paul Broca descubrió el área de Broca al observar el cerebro de pacientes afásicos post mortem, y determinó que cada vez, la culpa era de una lesión en un área específica en el lóbulo frontal por los impedimentos específicos del habla que observaba.
Hoy en día, las lesiones cerebrales siguen siendo muy importantes para los neuropsicólogos. Porque, básicamente, nos dicen que una parte lesionada del cerebro tiene que estar involucrada en la génesis de alguna función cognitiva que dejó de funcionar. Es triste, lo sé.
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Las raíces de la psicología cognitiva se basan en el conductismo, que era un método para estudiar el comportamiento con técnicas de acondicionamiento (consulte los estudios de Pavlov sobre la salivación del perro). Ellos postularon que todo era una cuestión de condicionamiento, y que no necesitaban estudiar cerebros y de lo que se derivan los comportamientos, solo comportamientos observables. Creo que, en los años 50-60, el conductismo comenzó a perder el favor del enfoque cognitivo.
Los psicólogos cognitivos estudian básicamente facultades como la memoria, la atención, la percepción y el lenguaje. Hacen experimentos que prueban esas funciones cognitivas, con varias técnicas (por ejemplo, usando cebado), y hacen varios modelos para describir cómo funcionan estas facultades (por ejemplo, observe el modelo de memoria de Baddeley).
Los neuropsicólogos y los psicólogos cognitivos trabajan juntos, porque los neuropsicólogos intentan encontrar dónde se ubican algunas funciones cognitivas en el cerebro, y los psicólogos cognitivos toman en cuenta sus trabajos cuando crean modelos de cómo funcionan esas funciones, modelos que, a cambio, también se toman en cuenta. Consideración por los neuropsicólogos.