Lo opuesto a estar cómodo en la zona de confort es estar cómodo con el cambio. Sin embargo, los seres humanos, por naturaleza, consideran que TODOS cambian a ser negativos de manera predeterminada, en primera instancia. Esto es independientemente de cuál sea el cambio o si puede ser beneficioso o perjudicial. Así es como se ve el rango de experiencias psicológicas en un gráfico:
Tenga en cuenta que algún nivel de adormecimiento en las etapas iniciales de cualquier cambio, así como la confusión, la depresión y la sensación de crisis es natural antes de que comience el proceso de aceptación de la “nueva normalidad”. Esto es cierto para todos los cambios, grandes o pequeños, buenos o malos: solo cambia la intensidad y la percepción de las etapas. Las personas que son más “resilientes” por naturaleza tienen menos probabilidades de notar todos estos cambios marcadamente dentro de sí mismos porque pueden moverse a través del ciclo completo en cuestión de minutos, horas o días, mientras que las personas “resistentes al cambio” que son menos adaptables pueden mantener el boomeraging de ida y vuelta entre las etapas, es decir, retroceder un poco hacia atrás hasta que renuncien a intentarlo o finalmente logren hacerlo.
Este gráfico como una modificación de la “curva de cambio” genérica anterior ilustra mejor la lucha para realizar cualquier cambio personal.
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